16 marzo, 2012

Juan José Saer (I)

Escritor argentino, natural de Serodino, provincia de Santa Fe y radicado en París desde 1968. Vivió en el campo natal y enseñó en su país y en la francesa universidad de Rennes.
Es autor de algunos cortometrajes cinematográficos y artículos de crítica literaria. En sus primeras obras se advierte la impronta del realismo y del Regionalismo americano: En la zona (1960), Palo y hueso (1965) y Unidad de lugar (1967) son colecciones de cuentos, que alternan con las novelas Responso (1964) y La vuelta completa (1967).
A partir de los relatos de Cicatrices (1969) registra la influencia del objetivismo de la llamada nueva novela francesa, con la desaparición de los personajes y el protagonismo de los hechos y las cosas. En esta línea figuran los cuentos de La mayor (1976), y las novelas El limonero real (1974), Nadie, nada, nunca (1980), La ocasión (1988), Glosa (1988) y Lo imborrable (1992). En El entenado (1983) evoca un episodio de la conquista de América. Ocasionalmente hizo poesía y la reunió en El arte de narrar (1977). En 1987 obtuvo el Premio Nadal. Murió el 11 de junio del 2005 en París.

Su muerte, una pérdida enorme para la literatura de habla hispana. A pesar de su prestigio mundial, su modestia intelectual era única.
Autor de cuentos, novelas y ensayos traducidos en cinco idiomas, Saer era considerado uno de los escritores más destacados de la literatura argentina. Entre otras obras se pueden citar "Cuentos Completos" (2002), "En la zona. Cuentos" (2003), "El río sin orillas" (1991), "La narración objeto" (1999), "La ocasión" (1986), por la que recibió el Premio Nadal, "Unidad de lugar" (1967), "Cicatrices" (1969), "El limonero real" (1974), "Nadie nada nunca" (1980), "Las nubes" (1997) y "Lugar" (2000).
Alguna vez Saer había asegurado: Si yo pudiera, escribiría un tratado de filosofía en una lengua popular del Río de la Plata. Eso sí que me gustaría."
En octubre de 2004 Saer fue distinguido con el XV Premio Unión Latina de Literaturas Románticas, que compartió con el rumano Virgil Tanase, por decisión del jurado reunido en París, que consideró que el argentino había desarrollado "una obra rica y variada de modo silencioso, alejado de los grandes circuitos de la publicidad literaria".
El Premio Unión Latina de Literaturas Románticas, creado en 1990, coronó la obra de un escritor de lengua románica sin distinción de país ni continente, para rendir homenaje al patrimonio literario latino. En esa oportunidad Saer no pudo asistir a la entrega del premio, que tuvo lugar el 24 de noviembre en Roma, por motivos de salud.
Saer, un intelectual atípico, distinto, apelaba, a pesar de su prestigio internacional, a una modestia pocas veces vista en el rubro. En una entrevista realizada hace pocos años señaló: "Cuando me presentan como novelista me deprimo (risas), me parece una designación un poco melancólica. Es una denominación que comparto con mucha gente. La colección Grandes Novelistas de Emecé, por ejemplo, tuvo grandes escritores durante una época, y ya no, pero se sigue llamando "Grandes Novelistas": Arthur Halley y Morris West son ahora grandes novelistas. De todo eso huyo". Sin embargo, Ricardo Piglia, considerado por muchos como el sumo sacerdote de la literatura contemporánea en español, en momento puso la figura del escritor en su justo lugar cuando dijo: "...decir que Juan José Saer es el mejor escritor argentino actual es una manera de desmerecer su obra. Sería preciso decir, para ser más exactos, que Saer es uno de los mejores escritores actuales en cualquier lengua y que su obra –como la de T. Bernhard o la de Samuel Beckett– está situada del otro lado de las fronteras, en esa tierra de nadie que es el lugar mismo de la literatura..."